Por David Pugliese
El estilo en la ilustración está determinado por varios factores y generalmente toma años llegar a encontrarlo. Esto es inevitable.
La idea de esta nota es analizar qué es el estilo y cuáles son sus principales características.
¿Qué es el estilo?
Lo que se denomina estilo suele ser la manera en la que un dibujante o ilustrador resuelve las imágenes de su creación, con la cual podemos llegar a reconocer su trabajo sin siquiera ver la firma.
Muchas veces se confunde el “tener estilo” con resolver las cosas siempre de la misma manera técnicamente, lo cual en muchos casos puede llegar a ser efectivo. Pero si esto no está sustentado por otros factores también importantes, es probable que nos termine cansando a nosotros y/o al público (editores, clientes, etc).
El estilo no está constituido solamente por las formas y el trazo que se utiliza. También tiene que ver con la paleta de colores, los valores, las composiciones, el manejo de los espacios, los temas que se tratan, etc.
Todo esto crea un conjunto de características individuales reconocibles. En todo caso, en vez de estilo, es más adecuado hablar de un lenguaje.
El lenguaje es más importante que la resolución técnica.
O dicho de otra manera: ese lenguaje, que es individual y personal, es lo que hace al estilo.
Para entender esto podemos citar la obra de grandes dibujantes como Alberto y Enrique Breccia, Dave Mckean o Lorenzo Mattotti.
Analizando el trabajo de estos geniales ilustradores podemos ver que cambian el “estilo” en cada proyecto que ilustran, pero sin dudas mantienen su propio lenguaje.
Alberto Breccia
Enrique Breccia
Dave McKean
También hay otros casos de ilustradores que en apariencia hacen siempre lo mismo pero sin embargo no nos cansamos de verlos. Eso ocurre porque utilizan el lenguaje de un modo magistral. Por eso el lenguaje es más importante.
Luis Scafati
Marilena Nardi
El estilo no debe ser forzado.
Copiar lo que hace otro no es tener estilo.
Es inevitable tener influencias y es una de las cosas más importantes a la hora de marcar el rumbo. Pero el estilo, cuando es genuino, es una suma de las influencias, más las experiencias, más las limitaciones propias. Y todo eso se filtra a través de un lenguaje que es absolutamente personal.
Analicemos estos factores:
¿Qué son las influencias?
Otros estilos de dibujo, pintura, escultura. Una época. Un movimiento estético, etc.
¿Experiencias?
Todo lo vivido, viajado, visto, observado y escuchado.
¿Formación?
Todo lo que se pueda estudiar y aprender. Cuanto más profunda y desarrollada, mejor. Tener la mente abierta nos ayudará a tomar decisiones.
Limitaciones: Conocerlas es la parte más importante y para eso se necesita autocrítica y madurez.
Esto nos permitirá saber qué es lo que no podemos hacer (por la razón que sea) y centrar nuestro esfuerzo en lo que somos como individuo.
Es bueno que el trabajo luzca contemporáneo pero no es conveniente ir detrás de las modas o las tendencias, sobre todo si se quiere tener una carrera larga.
Por otra parte es indiscutible la importancia del dibujo.
En definitiva el estilo es autoconocimiento. Es un lenguaje personal complejo que tendremos que descifrar a lo largo de los años y a través de la experiencia incorporarlo a nuestro trabajo.